domingo, 13 de diciembre de 2009

Siendo Esclava entre los jóvenes



Parto de una CONVICCION que me lanza, y es fruto de una experiencia personal de Gracia, gratuita, regalada… DON del Espíritu, que ha ido marcando la pasión que me mueve a trabajar, a vivir, apostar POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL, POR LOS JÓVENES, CON ELLOS Y EN ELLOS, en su mundo, contexto y realidad, HASTA EL EXTREMO.

Porque, como Sta. Rafaela Mª decía, SÉ POR EXPERIENCIA que el Señor hace extraordinario lo ordinario, llena de sentido lo pobre e insignificante, apuesta por lo que no se ve y no cuenta, derriba del trono a los poderosos y lo hace ensalzando a los humildes, hace brotar y fecundar Vida de la muerte… y no por ser el más grande de los pueblos elige, su elección es siempre precisamente por ser el más pequeño, impotente, sencillo… y ante todo ello hace surgir la pregunta sorprendente: ¿Por qué yo?

Te has preguntado alguna vez ¿por qué yo? ¿Por qué tanto con lo que soy?... ES EL SEÑOR… ¿Por qué yo Señor? ¿Por qué siendo una pobre mujer, simple, mediocre tantas veces, poca cosa, sin grandes pretensiones, del montón…? ¿Por qué a mí me miras, me amas, me eliges, desinstalas y desarmas, recuperas, reconstruyes, salvas… REPARAS?

Soy feliz, me siento habitada por el Señor, por el misterio, por la misericordia que ha cambiado mi vida, la ha puesto en pie ante un horizonte amplio, un futuro iluminado por la esperanza, una misión que me hace vivir apasionada y entusiasmada. Me siento simple espacio elegido por Él para que todo el que se acerque beba y sacie su sed de Vida, de sentido, felicidad, plenitud…

Y otra pregunta de sentido brota… “si todo esto ha sido capaz de hacer POR MI, CONMIGO Y EN MI… HASTA EL EXTREMO ¿Cuánto más será capaz y está deseando hacer con tantos jóvenes? Es la certeza y convicción de la que partía al comienzo, y que moviliza mi consagración y misión, ¡tan accesible la salvación, el sentido, la felicidad, tan posible porque en mí es Verdad ¿cómo no llevarlo? Si yo Lola, soy esclava del Sdo. Corazón de Jesús, feliz, plena, habitada, desbordada por sentirme ubicada en mi sitio, mi lugar en el mundo, que es ser espacio para los otros… ¿Por qué no tantos otros jóvenes?
Y este año me encuentro con la posibilidad que el Instituto me brinda de vivirlo desde el Cuerpo, CON ÉL, Y EN ÉL desde la subcomisión de Pastoral Juvenil Vocacional de la provincia.


GRACIAS Señor que apostaste POR MI, CONMIGO, Y EN MI HASTA EL EXTREMO…
GRACIAS Señor que reparándome consagraste mi vida POR TI, CONTIGO Y EN TI… HASTA EL EXTREMO
GRACIAS Señor POR EL CUERPO del INSTITUTO, CON ÉL Y EN ÉL, me envías a desvivirme, derrochándome en servicio cotidiano sin ruido POR LOS JOVENES, CON ELLOS, Y EN ELLOS en su contexto vital… y HASTA EL EXTREMO.

¿QUÉ PUEDO HACER POR TI?
Que mi vida sea un grito “venid sedientos todos, acudid por agua VIVA…”
DESDE UN SENCILLO CUENCO, LLENO Y HABITADO DE SU CALOR Y AGUA VIVA

Hna. Lola Vegas, aci
Subcomisión provincial de Pastoral Juvenil Vocacional

lunes, 7 de diciembre de 2009

Ser Esclava educando



No fue la educación, el ser educadora, una llamada fuerte que tuviera en los principios de mi vocación. Pero siempre me ayudó y me llamó la atención el ambiente familiar de mi colegio, el cariño y la cercanía de mis profesoras y religiosas, la atención especial a cada uno… recuerdo pequeñas experiencias diarias… Esa cercanía y familiaridad se vive en cada colegio nuestro por el que pasé y he pasado, educo y soy educada.

Educar el corazón, una educación integral, la cultura y la fe, la interiorización, la preparación para vivir la justicia, el servicio y la fraternidad, conocer y amar a Dios, preparar para vivir en este mundo de hoy… Muchos deseos, interrogantes, búsquedas, trabajo, paciencia, conocer nuestro mundo, conocer a mis alumnos, orar a Dios y pensar… qué educadora soy, cómo lo haría Rafaela María, cómo lo hizo Jesús, cómo lo hace Dios conmigo.

Una de las sensaciones más fuertes que tuve cuando empecé a educar, a dar clases, a participar en las actividades del colegio, a ser tutora, a llevar grupos de fe…, fue que a menudo, podía decirme a mí misma y al Señor, algo nuevo sobre mí. Los niños, los adolescentes, los jóvenes me reflejaban, me señalaban, me reprochaban y también me agradecían alguna faceta nueva de mí para mí misma. Gracias a mis alumnos, he crecido en mi conocimiento y percepción de mí misma y eso me ha ayudado mucho en la vida.

En mis primeros años, se me llenó la cabeza y el corazón de nombres. Nombres que me atraían y me gustaba pronunciar, otros que me molestaban o me hacían daño porque me recordaban su impertinencia o mi ineptitud para manejarlos; y algunos, me partían el corazón. Pero todos, TODOS, me hacían salir de mí misma e ir en busca de lo mejor para ellos, para cada uno.

Empecé a preocuparme más por ellos que por mí: por encontrar su herida, su carencia, el motivo de su lentitud para entender, de su tristeza… y empecé a acercarme, a comprender, a aceptar, a curar, a reparar…

De repente, se me hizo un mundo educar; de repente, aunque supiera algo de inglés, de lengua, de religión, de…, poco sabía de cómo educar. Cada uno diferente, cada historia única. Pero sentía que el Señor me susurraba que aprendiera de Él, que hiciera con ellos lo que Él hacía conmigo: amar primero, perdonar siempre, dar oportunidades, echar vino y aceite a las heridas, empujar para que la herida se abriera y sanarla de raíz, … construir, reconstruir, a veces destruir, rehacer y siempre amar.

Especialmente disfrute los años en que esta misión la realicé en colegios con ambientes más sencillos. También la época que viví en la Casa de Menores y en el Instituto público; fueron años duros y difíciles, con mucho esfuerzo en adaptación a la forma de ser y de hacer, pero la misión de educar se me hizo mucho más grata y gratificante. Una experiencia preciosa fue el trabajo pastoral al que me enviaron en los pueblos de Málaga: ayudar a encontrarse con Dios, a conocerlo más y a amarlo, a integrarse y compartir en su comunidad parroquial, a ellos que tenían mucha hambre y sed de Dios, a ellos que te hablaban de Dios en cualquier conversación, con espontaneidad y con ganas de más… ¿no es esto lo que a cualquier educador le gustaría: que sus alumnos tengan deseos de aprender y de más?


Ahora siento que he incorporado a mi misión de educadora nuevas formas: usamos la tecnología (ordenadores, Internet, cañón, pizarra digital…), en las clases son mucho más protagonistas los alumnos, hay materias y temas nuevos, de actualidad; hay muchos más procesos a los que atender para dar más calidad a nuestra educación…pero hay algo que sigue siendo igual. O quizá es ahora más importante, porque los alumnos vienen, en muchos casos con más carencias personales, familiares e incluso sociales. Educar desde el corazón: la cercanía, la familiaridad, el acompañamiento a cada alumno, la presencia de Dios en sus vidas y en su historia, el cariño y la pedagogía de Dios.

Pasan los años y siento mucho más mi pobreza, mi no saber a veces cómo actuar, qué decir, cómo tratar a algunos alumnos, cómo hacer para que les lleguen y les toquen las propuestas que les hacemos… pero cada vez más siento que puedo EDUCAR, porque mi Dios me sigue educando a mí.


Hna. Lala Galeano

Subcomisión Pastoral Escolar.

domingo, 29 de noviembre de 2009

SER FAMILIA ACI











Hay quien todavía se pregunta qué es ser Familia ACI. Muchas veces yo misma me lo he preguntado en todos estos años que llevo en esta Subcomisión.
Para mi ser Familia ACI es vivir como laica que soy la espiritualidad de Sta. Rafaela Mª, es intentar vivir en mi día a día el carisma reparador de las Esclavas.
Desde niña, tanto en el colegio como en los grupos ACI, me enseñaron una manera diferente de mirar, me mostraron la importancia de hacer relectura de mi vida, para poder ir creciendo como persona y como cristiana. Experimenté la alegría de celebrar las cosas importantes con el Señor. Me acercaron a la oración, la adoración y la Eucaristía. Y descubrí que los pequeños, los pobres y los débiles son los preferidos de Dios. Me invitaron a no mirar hacia otro lado, a no mantener la boca cerrada, a no quedarme quieta ante el dolor y la injusticia, ante este mundo roto.
Y todo eso fue calando hondo en mi vida, hasta convertirme en la persona que hoy soy.
Soy Antigua Alumna, monitora de los grupos ACI, profesora en el colegio de Cádiz y presidenta de la Subcomisión de la Familia ACI de Andalucía. Soy Familia ACI porque creo en la labor que hacen las Esclavas por todo el mundo, porque trabajamos juntas en una misma misión. Soy Familia ACI por lo mismo que ha hecho que tú, después de dejar el colegio hayas vuelto y formes parte de las Antiguas Alumnas; por lo mismo que a ti te hace venir cada semana a la adoración y tener tu grupo de Adoradoras; por esa inquietud que a ti te ha hecho apuntarte a los grupos ACI; por ese deseo de colaborar como tú en la educación de niños y jóvenes como profesor o maestro. Por lo mismo que a vosotros, padres y madres, os hace querer formaros y vivir como verdaderas familias cristianas. Todo ello desde un determinado carisma, el de nuestra Santa.
Ser Familia ACI va más allá de estar o no apuntado a un grupo, de ir a unas reuniones o participar de los encuentros. Ser Familia ACI es una manera de sentir… es vivir con unas prioridades diferentes a las que nos propone hoy la sociedad…es luchar por quien no puede hacerlo solo. Ser Familia ACI es una vocación.

Elena Díaz- Alersi
Subcomisión provincial Familia aci

domingo, 22 de noviembre de 2009

SIENDO ESCLAVA ENRE ESCLAVAS

Siempre pensé que la Formación Permanente es algo importantísimo para quien tiene una vocación apostólica que le exige estar en el corazón del mundo y entre las personas. Cuando en la Provincia me indicaron que debía trabajar en la subcomisión de Formación Permanente, en equipo, con otras Hermanas, lo hice con gusto, entregándome en la tarea y pensando siempre en nuestra Provincia. Formamos un equipo muy heterogéneo y muy unido. Desde aquí le mando un beso grande, con inmenso cariño, a la que fue nuestra coordinadora, Mercedes Carbonell. El equipo ha cambiado, pero también trabajamos muy a gusto y con interés. Son Mª Angustias, Ana y Mª Luisa.

La Congregación Provincial de Andalucía pidió a la C.G.XVII, la elaboración de un documento marco que regulara el ser y el quehacer de la Formación Permanente. La Superiora General encargó su realización a las distintas provincias. En Andalucía nos tocó a la subcomisión. Nos pusimos a la tarea, buscando y profundizando todos los escritos recientes y las conferencias que encontramos sobre el tema. Disfrutamos con todo, pero tuvimos la agradable experiencia de que lo mejor sobre Formación Permanente lo encontrábamos en nuestras propias Constituciones, 110-112. Este descubrimiento fue muy agradable y gozoso. ¡Qué riqueza y actualidad de contenido! ¡Qué bien expresado!
La Formación Permanente se nos presentó con unas dimensiones que abarcaban toda nuestra vida. No nos resultó fácil elaborar el documento, porque ya estábamos llenas de ideas, pero había que sintetizar, y sabemos lo difíciles que son las síntesis. Cuando estuvo terminado, lo presentamos a cada una de las comunidades de la Provincia. Tratamos de hacer hincapié en que la Formación Permanente no es una adaptación cultural que exige cursillos, conocer las últimas corrientes de la Ciencia, saber de todo, leer muchos libros. Todo eso, también; pero va por otro lado.

Para nosotras, Esclavas, es asunto que toca a la fidelidad a nuestra vocación, porque surge de la necesidad de responder a la Misión que hemos recibido para las personas de cada momento de la Historia. El que las circunstancias de nuestro mundo sean tan cambiantes, nos exige una postura de alerta, de vigilancia, de prepararnos, de sentir la necesidad de una adecuación para ir respondiendo, desde nuestra identidad, a las necesidades que van surgiendo. Por eso hablamos de “fidelidad creativa”. Se trata de la actitud del centinela que otea el horizonte; de preguntarnos, cada día, “el qué, el cómo y el adónde”, estrenando, también, cada día, la pregunta, para percibir las novedades. Sintonizar cada mañana para encontrar la emisora de Dios, la emisora del Espíritu que está en las entrañas de este mundo.
Supone repensar nuestra vida de consagración como un diálogo con nuestro mundo, en una actitud de cordialidad con él y en la del amor de Jesucristo, siendo capaces de vivir en la diferencia, de dialogar, responsablemente, con lo diferente; en la crítica que nace del amor. Podemos ser críticos con nuestro mundo cuando creemos y confiamos.

Para ello tenemos que revisar tres actitudes:
+ La MIRADA: antes, dejarnos mirar, porque no miraremos bien a los ojos de un “mundo roto”, si no nos hemos sentido salvadas por la mirada de un Dios, amor incondicional. Esa mirada nos devuelve a este barro para mirar con el amor apasionado de Dios. Esto es AMOR (castidad).
+ La ESCUCHA (obediencia): Escuchar lo que late al fondo, desde la acogida, nunca desde la solución de los problemas. No somos dueños de la verdad, sino escuchadores de lo que Dios ha puesto en el interior de cada ser, para regar y alentar la semilla de Dios.
+ La CONFIANZA (pobreza): confianza en que Dios vive en la entraña de nuestro mundo pecador, manchado -¿dónde si no?-. Y ahí hay que alumbrarlo sin condenaciones intransigentes.

Esto es vivir en formación (adecuación) permanente. ¡Qué maravilla nuestra Misión! ¿no? Desde nuestra pequeñez podemos aspirar cada día a vivir a este nivel. Y al encontrarnos con nuestra miseria y falta de fidelidad, empezar de nuevo.

Hna. Pilar Serrano
Subcomisión de Formación Permanente

lunes, 16 de noviembre de 2009

SIENDO ESCLAVA DESDE PROACIS



Vivo mi vocación de Esclava desde el agradecimiento de quién se siente plenamente feliz, llena de vida recibida de EL para darla y compartirla. Tuve la suerte de nacer en una familia sencilla, numerosa en la que aprendí a tener y no tener, a cuidar a mis hermanos pequeños, a apoyar a mi madre en todas las circunstancias de la vida, a compartir… El Señor me fue regalando una sensibilidad que me hacia encontrarme con EL en lo débil y pequeño. Me llevó al desierto: “una chabola, a los pies de un camastro en el que se encontraba una gitana destrozada por los avatares de la vida, dolorosa, deshumanizada…, me atreví a decirle que Dios la amaba y estaba con ella, y cual fue mi sorpresa que se lo creyó y sonrió”, en ese momento sentí que el Señor me sedujo en el desierto de la chabola y me habló al corazón, me llamaba a dar esperanza, aliento, vida… su vida.
Me apasiona en mi camino de seguimiento y conocimiento interno de Jesucristo sentirlo y descubrirlo “curando toda enfermedad y dolencia”, las mías y la de los otros. Descubrir que Dios tiene debilidad por las ovejas perdidas de Israel, me lleva al encuentro con la debilidad y a sentir su misma pasión por defender la vida allí donde esta amenazada.
Agradezco a Dios a través del Instituto mi pertenencia a PROACIS, ONG de las Esclavas, que busca en sus fines saciar el hambre, cuidar la enfermedad y procurar el desarrollo de los hombres y mujeres machacados por las estructuras injustas de nuestro mundo.
Siento en mi la fuerza y la vida que se renueva y genera más vida a través de los proyectos humanitarios, de desarrollo y voluntariado, que en toda la redondez de la tierra lleva PROACIS, y siento como Dios se ENCARNA en cada situación que se salva y esto para mi es reparar, es Misterio Pascual, Eucaristía, ser Esclava de su corazón.

Hna. Paqui Oñate, aci
Subcomisión provincial PROACIS

lunes, 9 de noviembre de 2009

SIENDO ESCLAVA DESDE LAS PARROQUIAS


Casi sin darme cuenta, me encuentro metida de lleno en la Pastoral Parroquial. Antes he realizado distintas misiones desde mi ser de Esclava del Sgdo. Corazón de Jesús. Siempre había oído hablar de las Hnas. que trabajaban en Parroquias y creaba en mi un interrogante: ¿cómo llevarán nuestro carisma eucarístico-reparador? Y desde hace casi diez años estoy en ello.

Tengo que decir que doy gracias a Dios por esta misión. Me da la posibilidad de entrar "de puntillas" en la vida de las personas que trato y que formamos los distintos grupos: niños, adolescentes, jóvenes, adultos y mayores.
Cuando en los grupos llevamos años tratándonos se crea una confianza y una intimidad impresionantes. Acercarme a los dolores, preocupaciones, dudas, interrogantes, de las personas que trato, me lleva a agradecer al Señor, que Él haya tenido tanta misericordia, cariño y ternura conmigo. Al sentirme reparada, rehecha, amada y enviada por este Señor, me facilita el camino para llegar a ellos.

Me acerco descalza, con respeto y con humildad, porque lo que tengo no es mío, sino dado por Dios, ese Padre amoroso que tanto nos quiere y nos ha dado todo, hasta su propio Hijo.
- Hablarles de ese amor misericordioso del Padre, esa entrega hasta la muerte del Hijo y la fuerza del Espíritu que nos guía y dirige, es una tremenda suerte.
- Acercarlos a Jesús-Eucaristía, que tan de lleno está en nuestro carisma, es motivo más que suficiente para llenar mi vida.

A nuestra Iglesia acuden diariamente muchas personas a pasar un ratito con Jesús expuesto para pedir, ofrecer, agradecer, alabar... Jesús va llenando sus vidas poco a poco como va llenando la mía.
El ver y sentir que tienen necesidad de Él es motivo que llena mi vida y me lleva a agradecer al Señor que me haya llamado a compartir lo que soy y tengo, cómo pan que se entrega y vino que se ofrece para remediar esa sed y esa hambre que hay en nuestro mundo.

Hna. Carmen de la Torre, aci
Subcomisión provincial parroquial.

martes, 3 de noviembre de 2009




¿Hay algo mejor que entregar gratis lo que gratis se ha recibido?
¿Hay algo más bello que aprender a reconocer la presencia de Dios en la vida cotidiana y concreta y descubrir su llamada a ser feliz?
Mi vocación de Esclava tiene mucho que ver con los grupos ACI… este espacio fue para mí el lugar Sagrado de encuentro con el rostro del Dios de Jesús… un Dios compasivo, tierno, que apuesta por lo pequeño, que ayuda a crecer siempre, que salva, perdona, espera sin límites…
Encontré a Dios desde muy pequeñita… mi familia y la educación recibida en un Centro de Esclavas me ayudaron a configurar la imagen de Dios y a ir dando respuestas concretas a lo que Él me pedía, pero fueron los grupos ACI los que me pusieron en contacto con el Dios que habita dentro de mí y de cada persona, con su proyecto de vida y con mi deseo profundo de darle una respuesta ante tanto como recibía.
Nunca he pensado que tengo vocación educadora, ni la he buscado, sin embargo la educación me encontró a mí, se interpuso en mi camino y me mostró su aspecto más atrayente: educar reparando. Fue en los grupos ACI dónde este Dios reparador me mostraba el camino concreto de felicidad: acercarme a los pequeños, acompañar el crecimiento de los más débiles, gozar y disfrutar con cada detalle, palabra, gesto, oración, ver disfrutar a otros y gozar con ello…
Ahora, como el gran regalo que Dios me hace, me encuentro colaborando y participando, ya de otra manera y como Esclava, en los grupos ACI. Es para mí la misión que recibo de mi Congregación y el lugar privilegiado donde seguir encontrando a Dios entre los niños y jóvenes que forman parte de estos grupos juveniles. Me siento realmente privilegiada de estar en este lugar, de participar de la misión reparadora de las Esclavas y de seguir haciendo camino trabajando para que otros conozcan y quieran a Jesús. Los más pequeños me aportan la sabiduría del que sabe encontrar en las cosas sencillas e ingenuas la grandeza de un Dios que se encarna en lo más humano. Los adolescentes me confrontan, me exigen, me cuestionan, me ayudan a seguir buscando a Dios, replantean constantemente mi fe, me desinstalan y reubican y me hacen tocarle a Él en la realidad de lo que ellos viven. Los monitores me hacen sentir que la misión es compartida y me dan la esperanza de que nuestro carisma reparador es válido y sigue siendo asumido y vivido por laicos que comprometen su vida y son felices haciéndolo aquí, en los grupos ACI. Las Esclavas, mis hermanas, las que trabajan codo a codo conmigo en esta tarea educadora y evangelizadora que intentamos realizar desde los grupos ACI, son mi apoyo y la posibilidad de sentir que la misión concreta la realizamos como CUERPO al que yo pertenezco y en el que la misión es asumida y amada por todas…Y por último, Dios, el que me llama y me ama, me posibilita encontrarle, responderle y amarle en la misión que Él me encomienda, una misión que configura mi vida y me hace feliz.
Hna. Isabel Fernández Escobar, aci
Subcomisión provincial Grupos aci



lunes, 26 de octubre de 2009


SIENDO ESCLAVA DESDE EL 1º MUNDO ENTRE LOS POBRES

No es lo mismo ser pobre en el 1º que el 3º mundo. La situación de pobreza en el 3º mundo es consecuencia de estructuras injustas, de gobernantes corruptos, explotación de países ricos sobre pobres etc y todo eso hace que haya hambre, miseria, enfermedades, analfabetismo etc. Los que pueden emigran buscando un mundo mejor y se encuentran con nuestro 1º mundo.
La pobreza en el 1º mundo, y en este siglo XXI, tiene otras características: no es un problema de carencias (aunque ahora por la crisis económica, en algunos ambientes se está volviendo a situaciones superadas) Los pobres en esta sociedad de consumo del 1º mundo, son los que, contaminados por sus valores, se van quedando en los márgenes. El P. Chércoles S.J. dice que el problema de la marginación es un fracaso del 1º Mundo que nos invade con sus virus y no podemos atajarlo.
El primer detritus de este mundo es el paro. La máquina sustituye al hombre, hay paro y en el trabajo duro se gana poco y estamos habituados al mínimo esfuerzo. El Estado con subsidios y ayudas, va manteniendo sin exigir más esfuerzo.
La droga, es el segundo detritus de la sociedad del ocio y del bienestar. La droga hace ganar mucho dinero sin esfuerzo, y a la vez evade de la realidad.
De estas y otro conjunto de circunstancias, provienen emigrantes y personas marginadas, que terminan en cárceles o en centros de enfermos de sida y con las que trabajamos, desde hace más de 21 años, algunas Esclavas, visitamos a sus familias, e intentamos ayudarles.
“La cárcel es mucha cárcel”, dicen los presos, y los que llevamos años entrado en ellas decimos “No es para contarlo, es para verlo” pero para VERLO, como los ve Dios, como nos dice Irene Guía en su artículo sobre “Cómo vivir la consagración y votos desde la pobreza que produce la globalización”
La cárcel no es un patio de colegio donde vas al recreo con los niños. Hay muchas penas, desesperanza, impotencia, sufrimiento, aislamiento, pobreza, injusticia, (sólo los pobres van a la cárcel, los ricos no entran y si entran salen muy pronto), mucha soledad, indigencia- “X... soy indigente, si me pudieras traer: una tarjeta de teléfono, ropa.... etc etc...” Esto lo oímos cientos de veces todos los que entramos allí. Es una suerte que no podremos nunca agradecer bastante a Dios, la oportunidad que nos da de encontrarnos con El en ellos. Ir con el corazón abierto, sentirlos amigos, escucharlos, quererlos, comprenderlos, e intentar ayudarles en lo poco que podemos, es nuestra mejor manera de vivir nuestro carisma de REPARACIÓN.
Lo que digo de la cárcel lo digo igual del trabajo con los enfermos de sida. El ir con ellos, hablarles, quererlos (porque de verdad y con los años se les quiere), besarlos, pasearlos en el carrito, darles de comer, jugar al dominó..., creo que es una de las cosas más grandes que puedo hacer, y lo creo, porque me acercan a Dios y llenan de felicidad.
Los presos nos suelen decir: “El rato que venís, echamos la tarde fuera”, ó “no dejéis de venir porque nos ayudáis muchos, nos hacéis mucho bien”, pero siempre le contestamos: “El bien, nos lo hacéis vosotros.”




Hna. Pura Pérez, aci
Subcomisión provincial Pastoral Social

lunes, 5 de octubre de 2009

POR CRISTO, CON ÉL Y EN ÉL... HASTA EL EXTREMO!

El pasado 12 de Septiembre, Lola e Isabel, Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, hicieron su Profesión Perpetua en la Iglesia de la Comunidad de Cádiz. Nos unimos a su alegría por este paso definitivo en sus vidas. Damos gracias a Dios por su fidelidad y BRINDAMOS con Lola e Isabel en su brindis con Jesús por toda la humanidad!

Tú también puedes ser Esclava, a tí también puede estar llamándote el Señor para compartir Su vida y su misión, para ser en definitiva FELIZ, entregando tu vida a los más pequeños y al servicio del Reino... ¿Te arriesgas cómo se arriesgaron ellas?

sábado, 3 de octubre de 2009

GRUPOS ACI 09-10

Ya puedes ver el lema de los grupos Juveniles ACI para el curso 09-10. Será Santa Rafaela María, nuestra fundadora, la que nos acompañará en este apasionante camino de aprender a ser personas de PAZ Y FIESTA.

domingo, 15 de marzo de 2009

AURORA Y TITA QUIEREN SER ESCLAVAS

¡Hola!
Me llamo Tita, tengo 26 años y soy portuguesa. Entré en el Instituto de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús hace 3 años.

¿Porqué ser religiosa?
Desde pequeña que fui educada en la fe y en los valores cristianos. La solidaridad, la justicia, la paz y la reconciliación... en fin el amor al prójimo fueron configurando mi vida, definiendo mis opciones, pesando fuertemente en mis elecciones, en el modo de cómo vivir lo cuotidiano de la vida. Me atraía especialmente los lugares de misión, la oportunidad de sembrar vida en aquellos que más sufren y menos tienen.
Al ir crescendo, tuve la oportunidad de recibir una preparación para la confirmación que me hizo descubrir que todo aquello que yo sentí y deseaba ser fue lo que Jesús vivió. Así, el deseo de conocerle ocupó un lugar centrar en mi vida y a la medida que le iba conociendo me fui apasionando de su Persona, de su Vida y Misión.

¿Porqué ser Esclava?
De las preguntas que más me hice yo a mí misma: ¿por qué Esclava y no Misionera de la Caridad o de otra congregación apostólica?
Sí, lo que tenía claro era que Jesús me llamaba a la vida apostólica, que viviera mi entrega a Él, compartiendo la vida, la intimidad en la oración pero también compartiendo con Él su misma misión, colaborando en la construcción del Reino del Padre.
Soy antigua alumna de las Esclavas y ellas me enseñaron a vivir el amor al prójimo, con ellas fue conociendo a Jesús, un Jesús Reparador que da la vida para salvar la dignidad de cada persona, para liberar las ataduras de cada situación... con ellas fue descubriendo que la vida gana sentido cuando es entregada para bien de los demás... así fue participando en diversos voluntariados, dentro y fuera del país, y en cada lugar iba sintiendo que “ahí estaba mi vida”... en Jesús y con Él, entregando la vida para salvación de la humanidad sedienta de amor, de justicia y de paz.

¿Y hoy, qué?
En este momento estoy terminado el noviciado. Si Dios quiere haré mis primeros votos temporales como Esclava el día 28 de este mes. Después de uno de los momentos más fuertes de nuestra formación, de esta oportunidad de vivir dos años y medio conociendo más y mejor a Jesucristo, buscando ir configurando mi vida con la suya, un tiempo de apasionarme desde lo más hondo por Él, de dejarme coger por entero por su pasión por el Padre y por la humanidad, y en este proceso ir experimentando que es Dios mismo el que me inunda con su amor eterno, misericordioso y compasivo, que me libera, salva, perdona y reparada en la totalidad de mi ser... ante TODO... hoy sólo me queda darle las GRACIAS, una y otra vez “por tanto bien recibido”.
¡Hagamos todo... en Cristo, por Cristo y para Cristo!





¡¡HOLA!!
Me llamo Aurora, soy cordobesa. Hace tres años y medio que entré en la Congregación y ahora el 28 de marzo haré mis primeros votos… porque … quiero ser Esclava del Sagrado Corazón.

¿Qué es ser esclava?
Es sentirme viva, más que nunca, interiormente, por haber encontrado el amor de Dios en mi vida, en mi corazón, en el corazón de los demás, y ver que es por Él por quién quiero hacer las cosas más grandes y bonitas que jamás imaginé.

¿Y qué cosas son esas?
Para empezar, vivir cada día como si fuera el único que me queda. Vivir cada momento con intensidad, dando lo mejor que puedo a cada persona con la que esté y en cada situación.
A esto quizás no se le suele dar importancia, y podemos pensar que lo grande es salvar vidas o entregar la propia vida en una causa buena y difícil. También esto es grande, pero no lo es menos darnos, en cada momento en cosas pequeñas, poco aparentes, pero que son maneras de ayudar, de entregarnos con cariño de persona a persona, haciendo el bien, como Jesús y desde Él.

¿Y de qué manera se hace?
Con el corazón puesto en Jesús, tratar de vivir desde sus sentimientos para entregarme a los demás como Él lo hacía. Él era el más bueno y a la vez el más humano de las personas.
Esto quiere decir que porque lo he ido conociendo, y continúo en ello, estando en varios momentos del día con Él, a solas, en oración, dejando que me hable al corazón, leyendo el Evangelio, viendo cómo Jesús sentía las cosas interiormente, y cómo se relacionaba con los demás y conocía nuestra propia naturaleza humana, como lo era la suya, recibiéndole en la Eucaristía y dejándome llenar por su gracia ... por todo ello, puedo acercarme más a su corazón y al de los demás, y darme cuenta de que sus sentimientos eran como los nuestros, y su comportamiento como el de cualquier persona, pero, eso sí, siempre puesto al servicio de los demás, buscando hacer el bien y en unión con nuestro Padre Dios, que tanto le amaba y le ama, como a nosotros, para hacer su voluntad, y que es que nos demos a los demás, nos ayudemos unos a otros por amor.

¿Qué hacemos las esclavas?
Tratamos de vivir entregando la vida en todo lo que hacemos y poniendo en el centro de todo a Jesús y la Eucaristía, que es acción de gracias y celebración con los demás de la gratuidad de su amor hasta el final. Así lo vivió nuestra fundadora, Sta. Rafaela Mª. Todo lo que hacemos es en misión. Nuestro carisma, que es esa parte de Jesús, de Dios, que da sentido a lo que hacemos, es la Reparación. La Reparación es sanación de lo que está roto en las personas y no se ve. Es trabajar por que, con la ayuda de Dios, que las heridas interiores de las personas queden curadas, y que en esa curación se acerquen más a Dios y a los demás.
Ayudar a que las personas se reconcilien consigo mismas, con los demás y con Dios. Nosotras también somos reparadas por Dios, en comunidad y con los demás, y lo que hemos recibido gratis queremos darlo gratis. La Eucaristía es la máxima expresión de la Reparación, porque en ella todos nosotros somos reparados por Jesús, que se ha entregado por nosotros hasta dar la vida por amor y es ese amor el que nos sana y nos salva de nuestros pecados, a pesar de nuestras debilidades.
Todo esto fue lo que quiso Sta. Rafaela Mª y ella vivió: que todos conocieran a Jesús y lo amaran, amando también a los demás.
Es todo esto un proyecto de vida que da sentido y fuerza a mi existencia y que, aunque siento en mí los defectos y debilidades que tanto nos caracterizan como personas, me hace sentir la persona más feliz del mundo.

esclavasandalucia: AURORA Y TITA QUIEREN SER ESCLAVAS

esclavasandalucia: AURORA Y TITA QUIEREN SER ESCLAVAS

viernes, 13 de febrero de 2009

Llévame más dentro...

Llévame, Señor, MAS DENTRO...
MÁS DENTRO de TI, de tu Corazón...
Llévame, Señor, más lejos, para otro lugar.
Lugar incierto para donde me quieras llevar...

Llévame, Señor, MÁS DENTRO...
MAS DENTRO de TI, de tu Corazón...
Llévame, Señor, contigo, pues no tengo aquí morada permanente,
Llévame, Señor, más lejos...

Llévame, Señor, MÁS DENTRO...
MÁS DENTRO de Ti, de tu Corazón...
¿Qué importa si está tan lejos la playa a que tengo que llegar,
si sobre mí reposa constantemente la clara luz de tu mirada?
Llévame Señor, contigo,
Llévame, Señor, más lejos...

Llévame Señor, MÁS DENTRO...
MAS DENTRO de TI, de tu Corazón...
Para que camine siempre a tu lado
Llévame, Señor, contigo,
Y transforma mis pasos mal andados,
Los momentos mal amados y la vida que no he sabido agradecer.
Llévame, Señor, más lejos...

Llévame, Señor, MÁS DENTRO...
MÁS DENTRO de Ti, de tu Corazón...
Hazme libre en tu libertad,
Haz de mí lo que más te agrade, haz mía tu voluntad.
Llévame Señor, contigo...
Sin miedo por caminos desconocidos,
Sin duda en la noche oscura y firme para avanzar.
Llévame, Señor, más lejos... Me basta un paso para a Ti llegar.

Llévame Señor, MÁS DENTRO...
MÁS DENTRO de Ti, de tu Corazón...
Más dentro de lo que está oculto y no se ve,
Más dentro de los gestos simples y generosos,
Más dentro de la vida vivida por amor,
Más dentro de la verdad de lo que soy, más dentro del abrazo que acoge.
Llévame, Señor, contigo,
Llévame Señor, más lejos.

Llévame Señor, MÁS DENTRO...
MÁS DENTRO de Ti, de tu Corazón...
Llévame Señor, contigo,
Por tu camino que me lleva al Padre y con Él, a los hermanos;
Por tu camino que se encuentra con el dolor y desea curar;
Por tu camino que busca la vida con deseo de salvar;
Por tu camino que me lleva al Mundo para anunciarte;
Por tu camino que rompe fronteras, lleno de rostros, Lleno de gente... Llévame Señor, más lejos...

Llévame Señor, MÁS DENTRO...
MÁS DENTRO de Ti, de tu Corazón...
Llévame, Señor, contigo,
Para más lejos de mí, para más cerca de Ti,
Más dentro del mundo al que amas,
Y de tantos que aún no te conocen,
Llévame Señor, más lejos...
Más cerca de Ti... más dentro del mundo... más cerca de Ti...

martes, 3 de febrero de 2009

Quiero hablar

Quiero hablar de un amor infinito
que se vuelve niño frágil,
amor de hombre humillado.
Quiero hablar de un amor apasionado.
Con dolor carga nuestros pecados,
siendo rey se vuelve esclavo,
fuego de amor poderoso,
Salvador humilde, fiel, silencios.
AMOR QUE ABRE SUS BRAZOS DE ACOGIDA,
QUIERO HABLAR DEL CAMINO HACIA LA VIDA.
CORAZÓN PACIENTE, AMOR ARDIENTE,
QUIERO HABLAR DE AQUEL QUE VENCE A LA MUERTE
Quiero hablar de un amor generoso,
que hace y calla, amor a todos,
buscándonos todo el tiempo,
esperando la respuesta; el encuentro.
Quiero hablar de un amor diferente,
misterioso, inclaudicable,
amor que vence en la cruz,
quiero hablar del corazon de Jesús.

martes, 20 de enero de 2009

Mirar el Corazón de Cristo...

Mirar el Corazón de Cristo es mirar a Dios que se hace vivo y presente, de un modo único, en la Eucaristía, dándonos la vida y haciéndonos capaces de amar, como Él nos amó.

Mirar el Corazón de Cristo es aprender a hacernos camino, verdad y vida... lugar de encuentro con Dios mismo en cada una de las personas que nos rodean...y que están lejos. Es donarse para que él pueda decir a cada hombre y mujer: Yo seré tu Dios.

Mirar el Corazón de Cristo es experimentarlo a él amándonos con infinita misericordia, que nos libera. Es hacernos cauce agradecido de ese regalo, la misericordia que nos restaura y repara y regenera, haciéndonos amar sin límites y sin distinción.

Mirar el Corazón de Cristo es reparar. Es ver, es notar, es darse cuenta de la más pequeña falta de vida y responder, entregando la vida. Es aprender a mirar, a descubrir y extraer el bien de toda situación humana, llenándola de esperanza.

Mirar el Corazón de Cristo es entregarle la humanidad, con sus injusticias, opresiones, sufrimientos, inquietudes y dolores para que él lo transforme y podamos reconocer eso nuevo que sólo él puede hacer brotar.

Mirar el Corazón de Cristo es acoger con gozo la llamada a vivir con el corazón abierto a Dios y a los hermanos, dispuestos a lo que sea, hasta dejarnos traspasar, respondiendo como Él y desde Él: viviendo desde la gratuidad.
Mirar el Corazón de Cristo es dejar que su corazón, manso y humilde, traspasado, nos conquiste definitivamente hacia caminos de humildad, transformando nuestra necesidad de protagonismo y soberbia en el pan y vino que recibimos y que estamos llamadas a entregar